Alrededor de 500 piezas componen la interesante colección de radios e intercomunicadores que Fernando Maestre ha ido reuniendo desde hace años y que ahora puede ser contemplada por cualquier aficionado a
través de un espacio web, www.museofernandomaestre.com , pensado para recorrer casi un siglo de telecomunicaciones a través de las tecnologías más diversas.
Iniciada hace décadas, esta colección es fruto de la pasión que Fernando Maestre siente por la comunicación en general y la radio en particular. En ella se reúnen, junto a todos los equipos manufacturados
por Fermax desde su creación en 1949, aparatos que resultan esenciales para entender el devenir histórico del siglo XX y que se ordenan según el uso al que estuvieron destinados.
decoraciones de los equipos (de estilo Art Nouveau, modernista, racionalista o con el glamuroso sabor de los 50 y hasta 60) tienen una poderosa capacidad evocadora, transportando a los visitantes del museo
a décadas remotas en las que la radio ocupaba un espacio privilegiado en los hogares de todo el mundo. Los equipos marítimos, militares, profesionales y de radioaficionado, que a priori podrían resultar menos
sorprendentes para el visitante profano, se convierten en piezas de enorme atractivo al conocerlas, intuyendo rápidamente que se trata de instrumentos sin los que no se puede entender el desarrollo económico,
político e histórico del siglo XX.
Finalmente, el museo incorpora los productos Fermax más significativos. Una sección cuyo recorrido nos permite contemplar no solo la historia de la marca valenciana, sino también el cambio en las formas de vida y de trabajo de nuestro país. Allí están los primeros porteros electrónicos (el Fonoporta clásico) y los primeros videoporteros, nacidos en los 80 y deudores de la estética de aquellos años; también están las placas de calle más significativas de la marca. Y junto a esos elementos podemos contemplar piezas correspondientes a líneas de negocio ya desaparecidas y que, sin embargo, estuvieron también centradas en la comunicación: ahí está un buscapersonas por radio o una alarma sin hilos, por ejemplo, aunque posiblemente la pieza histórica más significativa es aquel primer intercomunicador de oficina que Fernando
Maestre puso en el mercado y con el que logró su primer éxito, pues los empresarios de España, al comunicarse con sus ayudantes, podían emular el gesto de aquellos personajes que aparecían en las películas
americanas.
La web de la colección muestra las 500 piezas que la componen y permite al visitante ver una fotografía de cada una de ellas y una ficha en la que se indican marca y modelo, tipología del equipo, detalles técnicos y, en caso de conocerse, el año de producción del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario